Días de Fiesta-Música

Música
Música

Desde sus orígenes, las Hogueras han estado estrechamente vinculadas a la música. No cabe duda que se trata de una de las mayores expresiones de la cultura de un pueblo y nacía, al igual que la Fiesta, para enraizarse en el folklore de la ciudad de Alicante, convirtiéndose en una de las mayores y mejores señas de identidad de unos festejos que por aquel entonces, aún de forma tímida pero decidida se instauraban para formalizar una cultura festiva de la que Alicante no podía presumir.

José María Py lo tuvo claro desde el primer momento, la Fiesta debía poseer música, o mejor dicho, su propia música. La primera evidencia del objetivo fijado, posiblemente se trate del escrito redactado por el propio Py y publicado en «La voz de Levante» el 10 de abril de 1928, en el que proponía organizar un concurso de Bandas de Música.

Una vez convertidas en cenizas las Hogueras iniciales, tan sólo pasaría un año para que la Fiesta contara con su primera pieza musical propia, la creada por Luis Torregrosa titulada «Les Fogueres de San Chuan» que se estrenó en junio de 1929 por la Banda Municipal de Alicante. El pasodoble humorístico, como así lo calificaba el propio autor, de cuatro minutos y medio de duración, suponía una composición de música descriptiva. «…da la impresión de que D. Luis escribió «LES FOGUERES DE SAN CHUAN» tratando de reflejar musicalmente la impresión que le había causado, el año anterior, la recién nacida fiesta de las hogueras. Este pasodoble de Luis Torregrosa no es un pasodoble cualquiera; es una composición de música descriptiva en toda regla, en la que, aparte de su avanzada técnica musical para el tiempo en que nació, retrata magistralmente el ambiente festivo de las hogueras en su plenitud; los pasacalles de las bandas; los monumentos; el garbo y la hermosura de sus mujeres; el bullicio de la gente, los puestos de cascaruja y los vendedores que pregonan a voz en grito los más diversos y variopintos artículos;; la dolçaina i el tabalet, que se oyen perfectamente; las tracas; las llamas que se elevan al cielo en la noche mágica del 24 de junio y desaparecen como por encanto del solsticio de verano. Todo esto, y mucho más, se halla descrito en el pasodoble «LES FOGUERES DE SAN CHUAN»» (Revista Festa 1997).

Tras el estreno se solicitó a José Ferrándiz Torremocha que le pusiera letra, y en poco más de un mes, concretamente el 3 de agosto, coincidiendo con la Alborada a la Virgen del Remedio se estrenó, esta vez con letra, «Les Fogueres de San Chuan» siendo interpretada por la Banda Municipal y el Orfeón de Alicante.

Paralelamente, otro músico alicantino, Rafael Rodríguez Albert, elaboró otra pieza musical directamente relacionada con la nueva festividad, a la que igualmente tituló «Les Fogueres de San Chuan» y que fue elaborado expresamente para la revista «El Tio Cuc».

La música, que ya formaba parte de la esencia de la Fiesta, avanzaba junto a ésta y evolucionaba de forma paralela, es por ello que el 22 de junio de 1933 se estrenaba el «Himno a la Bellea del Foc» un año después de haber sido elegida la primera representante femenina de las Hogueras. El gran público conocía este nuevo trabajo del binomio compuesto por el maestro Torregrosa y por Ferrándiz Torremocha como letrista, gracias al concierto organizado en la plaza de toros en la que la interpretación corrió a cargo, una vez más, de la Banda Municipal y del Orfeón de Alicante.

Durante los primeros año fue Luis Torregrosa quien llevó la voz cantante en lo que se refiere a composiciones musicales dedicadas a las Hogueras de San Juan, ya que fue él quien compuso además, entre otros, los pasodobles «Alicante», «Ecos de la calle», «Alegrías» y «Mar de fondo». No sería hasta 1934 cuando comenzaron a surgir tímidamente otros compositores que optaron por engrandecer la Fiesta con sus aportaciones en modo de partituras dedicadas especialmente a ella.